domingo, 17 de febrero de 2013

Inexistente


Mientras dormía posé mis manos sobre mi pecho,  al principio sentía el ritmo de mi corazón como una locomotora imparable, no podía dormir tranquilamente así que empecé a respirar profundo e intentar hacer latir a mi corazón lo menos posible, poco a poco fue cayendo sobre mis ojos un sueño profundo, pronto perdí la sensibilidad en las manos ya no sentía el órgano que brindaba vida al cuerpo, intente abrir mis ojos pero estaba en una oscuridad tan profunda que no sabia si los tenia abiertos o cerrados, no podía vermis manos, las intente colocar sobre mi rostro pero ni siquiera supe si lo había hecho o no, al parecer mi rostro tampoco reaccionaba al tacto, empecé a sentirme alarmado, grite lo mas fuerte que pude, no escuche una sola palabra, lo único que sentía era mi pensamiento, la angustia se apodero de mí, lloré, así creo que lo hice, mi sentido del tacto era tan nulo que no sabia si estaba de pie o continuaba recostado, me hallaba completamente solo en medio de la nada, rogaba a dios que viniera a mi auxilio, jamás llego. Formule teorías acerca de mi estado, la única posible es que me encontraba en un sueño, tan solo debía despertar, después de horas sin poder regresar a la realidad, rondo sobre mi cabeza la idea mas descabellada de todas, tal vez estaba ya muerto, me niego a creerlo, entonces porque aun pienso, porque razón aun tengo conciencia de mi existencia, si ya no existo, durante todo este tiempo he intentado soñar, imaginar, recordar pero no puedo, solo pienso. Como es posible pensar en mi vida, en mis amores y mis tristezas, y lo único que veo es oscuridad, cuanto me alababa por mi capacidad de hacer a la realidad un sueño y ahora soy incapaz siquiera de imaginar mi rostro, estoy seguro que estoy enfermo tal vez locura, una parálisis o en el peor de los casos una doble personalidad y por ello estoy aquí atrapado, sometido por mi otro yo. Si dios existe y su misericordia es tan grande, espero que me libere del castigo eterno de existir y a su vez no existir, llevo tanto tiempo aquí, que empiezo a dudar si en realidad alguna vez estuve vivo, o si alguna vez existió la tierra, la luz existe o siempre hubo oscuridad, quién es dios, acaso soy yo, el mundo fue una invención de mi propia existencia y la viví por tantos milenios que al final creí que era real. A veces tengo la sensación que entre esta oscuridad que ocupa todo mi ser, hay algo que viene, se acerca, temo que ese algo no exista, que no hay esperanza, todo lo que existe para mí no es mas que la nada, probablemente yo y mi existencia no sean mas que una oscuridad perversa, que va recorriendo lo que nunca ha existido y aun así existe; el recuerdo. Nuestro recuerdo.